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(Bahía de la Luna Azul, Libro 4)
Megan Wallace desea tres cosas: ganarse la vida como artista, cumplir la promesa que hizo a su abuela de visitar el Jardín de Boboli en Italia y, oh sí, que su mejor amigo Brian Watts se enamore de ella. Cuando la biblioteca local acoge un concurso de arte en el que el ganador recibirá un contrato de un año para pintar en Florencia, Italia, Megan se propone que todos sus sueños se hagan realidad.
Dado que Brian es un carpintero con talento, Megan piensa pedirle que le haga marcos personalizados para sus pinturas. Pero queda destrozada al descubrir que ya trabaja para Chelsea Chambers, rival de Megan desde la escuela de arte. Megan aún queda más desilusionada al ver Chelsea le echa miraditas románticas a Brian.
Hay mucho en juego y sólo puede haber un ganador. Cuando los jueces del concurso alaban el estilo clásico del Chelsea, Megan se pregunta si debería renunciar a su propio estilo de pintura surrealista para dedicarse a uno más tradicional. Brian le anima a ser fiel a su talento. También le da razones para creer que tal vez él sienta más que amistad por ella.
¿Tendrá Megan que renunciar a su estilo con el fin de ganar el concurso? Y si gana, ¿tendrá que decir adiós al amor de su vida?
